Fecha: 24.10.2011

Autor: Marian

Asunto: Burdeles y Mezquitas

La ciudad devora sus pecados alimentándose de los hechos descuidados, de Usted, un simple espectador.
Es un teatro gigante, majestuoso, de una belleza atemorizante, en donde un telón virtual, irónico y desafiante, se despliega ascendiendo y sepultando, antojándose de papel, reptando por las cuerdas, como una serpiente hambrienta de fantasías, de sus más oscuros deseos, de sus más sublimes aspiraciones terrenales.
Un escenario, vacío, donde esta Ud. totalmente invitado a representar por un momento ''a su elección'' el juego de su miserable existencia.
Entonces que haría sino correr y agazaparse detrás del tercer subsuelo despreciable y oscuro, detrás de la primera copa de agridulce vino, que se muestre lo suficientemente amiga, para quedarse a soportar sus lamentos, pero estratégicamente amarga, para marcharse cuando ya no quede mas néctar.
Usted, es un cobarde.
Olvídese de ser artífice de obra alguna, Ud. solo tiene ideas voyeuristas.
Vagará a la deriva, arrastrando piedras clavadas a sus pies, del burdel a la mezquita, sin poder decidir donde quedarse, arrodillándose mientras sangran sus heridas.
Porque tratándose de extremismos, Ud. es el mejor trovador, las prostitutas son laceradas sin importar la virtud de la esencia, y los charlatanes y adoradores paganos ensalzados en victoriosos cánticos de alabanza. (...)

Entonces empezarán a saltar desesperados entre bambalinas, cruzarán indefinidas puertas.
En el más intrincado laberinto del escapismo, infinitas imágenes de lujuria los invitarán a su banquete carnal, pasarán delante de los espejos escondiendo su rostro tras sus capas, y atravesarán las ventanas haciendo pedazos los cristales en busca del placer mas animal, mientras el perfume a opio bañará con su espesa niebla las pieles injuriadas por el frío.

Inesperadamente... el Silencio.
Las máscaras antiguas se quiebran, estallan, se evaporan en el viento y se encienden todas las luces de la escena en presencia del héroe más elevado, semimortal, el ambidiestro prestidigitador acaricia las cartas mientras exhibe una sonrisa burlona.
Empezarán pues, a creer en dioses de madera, de plata, de papiros, en monólogos de plaza pública, en bufones que empalaguen la verdad.
Se erigirán castillos, se derribarán templos, se levantarán muros, se construirán mezquitas…

En la génesis del posludio, se sirvió cortésmente pan y agua, y todos los avaros perecieron en sus cárceles de terciopelo azul, sumergidos en la gula de predicciones astrológicas, mientras el astuto arlequín esconde un cuchillo detrás del truco final.


Noveno círculo del paraíso

''Y entonces llegará el día en que el hombre ya no será llamado tal, y deberá superarse, saltar sobre su egoísmo y ser inmortal, entonces llegará ese día y las criaturas de la tempestad, seres supraterrenos en sus corceles de pompa fúnebre, vendrán a rescatar palabras encerradas en miles de siglos, letras vivas, que subviertan el viaje…
El acto voluptuoso de lo etéreo se convertirá en materia real, en Verbo.

Mariana Risso
explicacionesinnecesarias@hotmail.com

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