Fecha: 29.04.2012

Autor: maria panero

Asunto: poemario, santos inocentes 1997

Maldita la sangre que domina al miembro,
y no puedes hacer nada,
porque su lengua, sus caderas, te inquietan.
Jamás viste algo tan bello.

Pobre estatua,
encadenada a unos ojos de perro,
sigue mirando.
Sigue mirando y disfruta.

Mira y mastúrbate porque ahora me ves
y no me verás más.

Mira y no pienses en mí.
más tarde, inevitablemente, lo harás.

Te azotaré hasta morir.
Y con tu sangre rociaré mis pechos,
y haré dibujos.
Será entonces cuando disfrute.

Un minuto antes de tu muerte
me correré con tu agonía.

Con una mano, seguiré dibujando mi cuerpo,
con tu sangre, en mi hueco.
Con la otra, sacaré tus ojos de ese sitio en el que están.

Pero acariciaré tu miembro, aún erecto.

Me apiadaré de ti para,
un segundo antes de eyacular,
poder matarte.

Y aún antes de morir,
gozarás con mi jugosa mano,
que hará que cierres tus párpados,
ya vacíos.

Qué ojos tan bellos.
Podrían pasar por los mejores de mi reino.

Nuevo comentario